Cosas que pasan

Hay cosas que ocurren
y no pasan;
hay cosas que pasan
cuando ocurren.

Hay cosas que suceden
y que son consecutivas;
hay cosas que consiguen
que olvidemos otras cosas.

Hay cosas que olvidamos
aunque siempre estén presentes,
emergiendo del pasado
y acosando el futuro venidero.

Hay cosas que acosan el futuro
porque ya han ocurrido
y se suceden en cadena 
consiguiendo manchar toda una vida.

Dualidad

Hay dos vidas paralelas
que discurren en mis días:
en una me visitan alegrías
la otra es hospedaje de cautelas.

Hay dos hombres disonantes
que se citan en mi alma:
uno no es del otro contrincante,
ambos coexisten siempre en calma.

Todo en mí, sí, es en pareja,
hasta en soledad busco compañía
y no entiendo el reproche ni la queja
si el corazón reparte en dos su anatomía.

Autoconocimiento

¿Quién soy yo?
Quien está dentro de mí,
haciendo de mi yo
y de quien realmente soy.

No es lo mismo,
ni siquiera baladí,
pensar que yo soy solo
lo que quien de mí hace,
pues quien dentro de mí hay
es tan él como soy yo.

Soy los dos
como ambos son mi yo:
dos que viven paralelos
y se citan en el alma
a la búsqueda de un sino
por caminos separados.

Sin título

Hoy no tengo versos
que me los robó la madrugada,
ladrona de recuerdos,
al tomar el relevo de una tarde
entre vino mal bebido,
fermentado con la hiel de mis palabras
y eructado esta mañana.

Estoy seguro

Estoy seguro
de haber acertado al arriesgarme
al decir estoy seguro
en aquel día que entre vino preguntaste.

Estoy seguro
de querer cada día recordarte
unida a mí ya de por vida,
de ansiarte como un loco
imaginándote en cada sombra de la noche.

Estoy seguro
de esperar contigo otro momento,
para llenarlo de caricias en tu cuerpo,
para que me beses como solo tú lo haces
y poder con la pasión parar el tiempo.

Estoy seguro,
seguro de seguirlo estando,
de estar viviendo esta locura
seguro de que eres luz en mi presente,
que me hace bien a ti entregarme.

Estoy seguro
de ver el futuro en tus pupilas
reflejándome desnudo,
excitado por el fuego en tu mirada,
exento de ropajes y mentiras

Estoy seguro,
tan seguro que ahora se
lo seguro que ya estaba,
entre el vino de aquel día,
de decir que sí eternamente.

Boceto con música de fondo

Podría describirte sin palabras
con el solo asentir de mi sonrisa;
podría reconocerte en un esbozo
que tuviera tu cuerpo por motivo.

Podría dibujarte yo, furtivo,
cada parte de tu ser con mil sonidos
armónicos compases fraseados
en los acordes que solfean tus gemidos.

Podría componerte sinfonías
con las notas musicales de mis dedos
colocadas en cromáticas viñetas
con el mimo de los sueños pinceladas.

Podría interpretar tus sentimientos
y modelar tu vida si quisieras
con diseños de frenéticos encuentros
perpetrados con permiso del destino.

Podría acabarte en un boceto
aun sabiéndote la obra de otras manos,
que las mías son solícitas sirvientes
dispuestas a tomar lo que yo quiero.

Te quiero, ¿por qué no?

Noche de soñadas sensaciones
me traen del beso tu recuerdo,
el rastro de un ayer siempre vivido
proyectado de felicidad incombustible.

Despierto.
Mis ojos no te encuentran
pero desperezo mi alma hasta tocarte;
tengo muy dentro tu presencia,
todavía en la piel el eco de tu boca
cuando mi nombre de gozo silabeas.

Tomo la pluma y escribo
con la tinta impregnada de mi alma
el más cierto, como hombre, de mis votos:
quiero que estos versos sean tuyos
como quiero que lo mío sea todo,
fluyendo hasta tu pecho, sigiloso,
y llenar de pasión cada minuto
de tu cama sin la huella de mi cuerpo.

Te quiero, 

¿por qué no?

y de eso 

solo tú tienes la culpa.

Lado y parte

Hay un lado
que es el otro,
diferente;
otra parte
de ese lado,
de la parte
que nos une

Hay un lado
de tu parte
que no parte
hasta la parte
de mi lado
porque, en parte,
siempre es parte
de tu lado.

Hay un lado
en otra parte
alejado de la parte
que me toca;
la meta de llegada
cuando parte
el lado de mi boca
que sigue de tu parte.

Hay un lado
de tu parte
siempre al lado
del que es tuyo:
es el lado
que me parte
al ser lado
compartido.

Mar

Mar,
patria de los sin tierra,
de los parias soñadores
que se aferran a locas entelequias;
fondo de tus ojos transparentes,
cuando miran a los míos frente a frente.

Mar de mares,
refugio de ilusiones fantásticas
pergeñadas entre la arena de tus sueños,
repletas de salitre de emociones,
voladas por gaviotas clandestinas
que surcan en el cielo su reflejo.

Mar de estrellas,
dinámico vayven adormecido
cuando el sol desaparece,
refulgiendo su presencia milenaria
bajo el inmenso lucernario de los astros.

Mar de pleamares,
como tu cuerpo cuando explota
al contacto con mis dedos
cuando te navegan excitada
entre tus olas de silábicos jadeos.

Mar, eres el mar de mis deseos,
el que baña los recuerdos abisales
en la orilla de la playa más salvaje,       
donde nunca el llegar de tus caricias
logra borrar las huellas de mis besos.

Mar,
metáfora de ti,
azul mujer rompiente,
impetuosa y eternamente femenina,
batiendo el movimiento de su ser
buscando percutir en viril acantilado…

Resignación

Encumbro, orgulloso, al cielo mi mirada
como si quisiera que su azul me respondiera
y no hallo más contestación que la callada
por más preguntas que a su cénit profiriera.

En vano espero de respuestas la llegada
algún mensaje que del temor me protegiera
una muestra de atención, una llamada,
el signo que un sosegado vivir me permitiera.

Pero uno más soy de miles, uno cualquiera,
un ser minúsculo perdido entre la nada
y con tamaño privilegio ni soñar debiera
sin encontrar, siempre, mi causa denegada.

La ley de los mortales no ha de ser profanada
por más razón que exista solo habrá espera
ley de vida es, y jamás por nadie quebrantada,
que del mañana saber, nunca un instante siquiera.

Alegría

Alegría, sí,
de saberte siempre cerca
aunque un mundo nos separe,
aunque verte ya no pueda
ni consiga acariciarte
todo lo que quiero
todo lo que mi alma te demanda.

Alegría, sí,
alborozo cuando rima con tu cuerpo
risa y júbilo en tus pupilas
de tu piel desnuda regocijo
de ti, toda, cuando te pienso
a mi lado poseyendo
todos los suspiros de mi vida.

Alegría, sí,
la que tú me diste un día:
conocerte, mujer, mi adorada fantasía.

Alma herida

Tengo el alma herida
del desgarro que produce tu silencio
cuando te amo en tu ausencia,
lejanía que me impone la distancia
cruel muralla que separa nuestros sinos.

El alma herida y corazón equivocado
de querer decirte que te quiero
sin que nunca lo hayas preguntado;
de soñar con tu vida cada día
y onanarme con tus besos cada noche.

Los besos que no me das, pero imagino;
los que regalan tu boca temblorosa
entregados con el terciopelo de tus labios
entreabiertos para donarme la delicia
de sentir cada momento junto a ellos.

Cada momento de tu vida
que me otorgue la fuerza deseada;
pero tengo el alma muy herida,
tengo el corazón equivocado
y miedo a decir te quiero… y no lo quieras.

Hoy

Hoy…
es el futuro
del ayer que dije hoy.

Hoy…
lo digo ahora
y ya se queda en el recuerdo.

Hoy…
será pasado,
eco de un futuro caducado.

Hoy…
es mi presente,
instante etéreo, anodino y… repetido.

Hoy…
he dicho hoy
y su tiempo me resulta conocido.

Hoy…
dirás ayer
cuando mañana haya llegado.

Hoy…
otro hoy más,
que de ellos se fabrica mi existencia.

Hoy…
pretérito constante,
quimera cronológica con huellas de mutante.

Cuando atardece

Se hace tarde en los días de mi vida
y al mirar el rojizo sol poniente,
consumido al llegar al horizonte,
tu figura emerge del pasado poderosa
inundando mi recuerdo con la luz de su sonrisa.

Enrocado y cobarde,
imaginando la cercanía de tus besos
me entrego al recreo de tu cuerpo
cuando lucha sudoroso contra el mío
gladiadores en la arena del deseo.

Se hace tarde:
del tiempo he olvidado la medida
y me invade, en el ocaso,
un sentimiento de fatal melancolía.

Penitencia

Otro día más…que otro día;
Otra noche que llenar de tedio
añadida al absurdo de mi vida
suspendida en un momento congelado.

Otras sombras del pasado sinuoso
reptando como sierpes venenosas,
buscando inocularme su vacío
a base de recuerdos viperinos.

Otras horas que sumar al infinito
en el ábaco interminable de las mías
con sus cuentas de colores anodinos
deslizándose a través del fino alambre.

Otras luces y penumbras
otras penas y preguntas
otra espera con tu ausencia.
Otro día, sí… de la misma penitencia.

Contrición

Oscuro y laberíntico es el sentido
de mis actos cuando tu luz no me ilumina
pues no puedo atar, y me domina,
el vacío de saberme laxo y abatido.

Imploro, pués, el mayor de los perdones
el que borrar pudiera, del recuerdo, tu tristeza.
Nunca, mi señora, quiero que te falte la certeza
de ser lasciva emperatriz de mis locas adicciones.

Decepción

Eres nombre de mujer,

de amazona que domina mi existencia,

esencia del vacío de vivir

mejida con el dolor de tu presencia.

Sabes siempre dónde estoy,

cómo encontrar el rastro de mi llanto;

sabes que te espero siempre erecto

presto a sentir la felación del desencanto.

Succióname una vez más las ilusiones,

arráncame de cuajo la sonrisa;

de toda mi esperanza haz jirones

que tampoco en ella encontraré la paz que necesito.

Impotencia

Sin saber

lo que probar;

sin testar

tu tentación.

Sin calmar

la desazón

sin poder imaginar

el calor de tu fulgor.

Así es sin ti

un día más;

uno que restar

a la suma de los dos.

Y tú me engañas

soslayando mi dolor,

embozada en la distancia…

La Vida

La vida es eso que te pasa
y no alcanzas a cogerlo,
porque viene desde antaño
porque nunca llega a tiempo.

La vida es la puta que te jode
sin pedirte nada a cambio
y le entregas tus pasiones
sin que tenga que decirlo.

La vida es esa raya que te pone,
ese trago de bebida clandestina;
es la ebria euforia consumida
con la ira que discurre día a día.

La vida es ese instante de momentos
que marca cada arruga de tu cara,
la hembra que te roba tu semblante
dejándote sin el norte en la mirada.

La vida es fecunda compañera,
partisana en tus locuras,
guerrillera de fantásticas visiones.

La vida es contigo cuatro horas,
fornicando tus deseos
hasta sudar tus ilusiones.

La vida es vivirla sin denuedo,
sin temor premeditado,
sin pensar en el mañana
y sin llorar cuando te explota.

La vida, gilipollas…
la vida va a matarte
uno solo de estos días
y no dirás que ha sido vida
sino miedo de perderla.