Uno más, y de entre todos, el mío.

Fe en tus palabras
Es lo único de ti que tengo
Lo demás es sufrimiento
Inútiles cábalas dolosas
Concubinas de formas maliciosas
Infinito es el amor que te profeso
Deidad de mi mundo de deseo
Antes no sabía que eras fuego
Donde ahora solo quiero yo abrasarme
Eres la más bella de las hembras
Sabia femenina y flor escondida en mi sonrisa

Tengo

Tengo el corazón abierto
y en él una herida que no cierra.

Tengo el alma supurando
el dolor de presentir lo indeseado.

Tengo el pecho desgarrado
y los jirones son lágrimas amargas.

Tengo lo que no tenía
y se que ha sido por tenerlo, aquel día.

Dístico

Al beber la ambrosía de tu vulva desnuda sacié media vida;
tras hollarla no podré ya nunca aplacar mi lujuria encendida.

PREMIO

Acepta, señora, este premio
hecho con la pasión del Amatista
que aunque en Amante no de la talla
de su Jardín yo seré el más fiel apologista.



Para Rosaida del Jardín de las Delicias.

mi Amante

Mi amante es diosa de deseo
gema que brilla, bello diamante,
yegua veloz de orgasmos recorrida
y de mis ingles amazona poderosa.

Mi amante es la reina de las zorras
un ángel con el fuego de mi semen esculpido
una boca que me enloquece con sus labios
y su lengua perfilando el tallo de mi verga.

Mi amante es señora entre las damas
exquisita y bella, regalo de los cielos
distinguida con el don de su mirada cristalina
que ilumina el gris oscuro de mi ahora.

Mi amante es color de primavera,
calor de las noches desnudas del estío
suave abrigo de su piel cuando invierno frío
y de otoño el romance de una cita clandestina.

Mi amante es la vela que titila
consumiéndose testigo de una cópula gozada
al albur de las llamas de sus manos
resbalando hasta mi sexo de ella henchido.

Mi amante es zozobra de su ausencia
que por verla todo mi pasado yo daría
y hasta empeñaría mi crédito de hombre cauto
si con ello otra velada entre sus brazos obtuviera.

Mi amante es más que todo esto:
es todo lo que yo quisiera y no puedo…
pero también la razón por la que ya he podido.

Érase una vez…

Érase una vez
un marino en tierra firme
y su nave fondeada
al abrigo de sus miedos.

Érase también
una bella flor en rama
del color de la pasión
de los hombres que la amaban.

Érase un país lejano
en las regiones del deseo
donde flor y marinero
consumaban sus anhelos.

Érase la realidad
circunstancia de sus vidas
erigida como fortaleza acorazada
para probar la verdad de sus palabras.

Érase, más ¿qué será
si el sueño se detiene,
si el oasis construido
con la fe de los amantes
por el viento es anegado?

Érase y que siga siendo
lo que quiera que ello fuera
por hermoso y por sincero
que yo así lo siento y si miento
que ahora y aquí mismo… muera

Inter-mi-tencia

Intermitencia:
la del alma que se apaga
y sigue el corazón luciendo,
de la mirada que se cierra
porque quiere abrir los ojos…

Intermitencia:
pausa sincopada que me hiela
y que no cesa de acosarme,
que genera sinrazón inconsolable,
que me ciega
y que me anula.

¿Intermitencia?
Cuando lo blanco torna negro
en un guiño de locura momentánea,
cuando emerge un sí que niega
cuando hago y paro lo que empieza…
eso es mi intermitencia.

Ahora río,
ahora las lágrimas me ahogan,
ahora vuelvo a ser…
intermitente…

Y si así fuera

Amanece
el día se cuelga del cielo
y a mi me sorprende queriendo…

…¿Y si así fuera 
el primero de una nueva vida?

Ya pasó

Ya pasó…
otro año más
y ya son diez.

Ya se fue
y llegará otra vez
para morir.

Ya pasó…
ya se fue…
y no estará.

Haiku de una ausencia obligada

Las tres y media.
Frío de hace diez años,
no te veré más.

Tu arro…yo

Hoy quiero ser tu arroyo
y deslizarme, sinuoso,
entre tus pechos deliciosos,
volcánicos lugares de magma petalino.

Quiero estancarme
en los meandros de tu pubis,
montículo y parnaso de mi eros,
y beberme el rocío de tu esencia.

Quiero llegar hasta tu clímax
ese perlado momento jadeado
que en tu boca me sabe a cielo.

Quiero comer de tu sonrisa,
cabalgar todos tus susurros
y decirte amante vaciándome en tu boca.

Hoy quiero que llegue ese momento
y que no pase, que se quede para siempre
para no tener que recordarlo
para ser tu arroyo de semen blanquecino.

A él, que ya no me oye

Va llegando el puto día
fecha de negro calendario
rojo en el asfalto del pasado
entre curvas traicioneras,
recovecos de una vida cercenada.

Allí quedó mi sangre compartida,
coágulo de un momento inesperado
cruel, absurda condena,
perpetuo llanto por él
que ya nunca estará conmigo.

El frío, nieve del alma,
me trajo tu ausencia infinita
el adiós impedido,
el shock de tu falta,
un dolor desgarrado que llega…
… y no frena…

Tanto te estaba queriendo que solo ahora lo se.

Haiku de un día cualquiera

Gracias amante.
Eres mujer soñada;
lleno, te espero.

Silencio.

Silencio, no calles
aumenta el volumen
que atruene, tonante,
pues no quiero oir más el olvido,
de su ausencia el sonido
el rumor lacerante
del claro dictamen
que no quise saber antes.

Silencio y no dices
que amarte fue un crimen
un acto alienante
de un yo dolorido
por un otro, abatido,
en un tiempo ambulante
que creí fuera el germen
de citas impunes.

Silencio… te quiero
porque contigo no hay ruido.

Me has penetrado

Me acuesto sin ti
pero tú tomas mis sueños
emergiendo poderosa
señora de toda fantasía.

Dueles, si tácita,
pena tu silueta inferida
por no poder tomarla,
gozarla por todos mis sentidos.

Me has penetrado impune,
dueña de soles y de noches,
y no espero más que mi destino
me regale días de luna contigo.

Haiku nostálgico

Nada que contar.
El tiempo pasa laxo
…tú estás lejos.

Llueve

Llueve la noche de domingo

las gotas percuten contra el suelo

y suenan pertinaces en las horas.

Enloquezco.

Llueve, joder,

es que llueve lluvia de hastío borrascoso,

agua de lágrimas caídas en bronca conocida

de ayer, del otro día, revivida, repetida,

convirtiendo, de nuevo, nuestra vida en algo odioso

Impotencia.

El gris opaca el cielo con su manto

y lo envuelve todo con un halo de tristeza.

Yo, mientras, maldigo mi puto sino.

Eres Reina…

…Amante,
mi hembra de horas engañadas
eres mujer de días clandestinos
y pareja de pasiones desbocadas.

…Amada,
el cuerpo que fustiga mis sentidos
la piel que se recrea en mi tacto
el azote que provoca mis gemidos.

…Querida,
la que más duele, la preferida
razón de las lágrimas lloradas
por saberte tan lejos de mi vida.

…Amiga,
confidente si la angustia me rodea
cómplice, más allá de las palabras
conductora de esta mágica odisea.

…Y compañera,
la novia que me hurtó la lejanía
hastiado de buscarte sin saberte
y que hoy verte es mi loca fantasía.

Haiku para una flor

Brisa en mi boca
Extraño tu recuerdo
y el beso de ti.

Fantasexía

De sueños desnuda,
mujer deseada,
te quiero perdida,
sentirte perforada.

En mí te recreo,
yegua cabalgada,
gozo y ajetreo,
de sexo sazonada.

Tu mano me excita
tus besos me encienden
tu olor me encabrita
tus pechos me pierden.

Te imagino gemida
entre susurros hollada
suplicando mi corrida
engulliendo hasta la arcada.

Señora de mis locuras
ama de ansias y bacanales
quiero vertirme en tus aberturas
y libar goloso entre tus genitales.

Recibe cumplida
mi enjundia en tus nalgas
tu perla lamida
rasgadas las bragas
y la cintura… batida.

Y ahora que te busco

Y ahora que te busco suplicante
me encuentro asido a tu recuerdo,
gozándote entre ayeres luminosos,
oyendo tu plegaria entre gemidos.

Eres lo poco que me queda de alegría
y no me canso de revivirte, abrazada;
eres la aventura equinoccial tan deseada
mujer plena, de sensaciones sinfonía.

Te escribo mis versos en este instante
en las horas que se repiten anodinas
cuando el futuro se revela zozobrante
y las sombras se me adhieren concubinas.

Has de saber que no cederé en desearte
por más que la vida me pretenda doblegado
pues soñarme el cuerpo por tu boca cincelado
es, de tu presencia, el más fuerte baluarte.

Depresión de… nuevo

No creí que volviera a encontrate
maldita negrura que oprimes los días
parecías vencida, caída por siempre
y hoy te sorprendo robándome el alma
hurtando las horas de la eterna noche.

Me pillas herido, de lucha cansado,
carente de la fuerza que tuve a mi lado
rendido de risas, de vuelta de todo
sabiendo el mal que emponzoña mi vida.

Cóbrate en mí lo que quieras
no pido más que no juegues conmigo
que si he de acabar, sea presto el camino
y si en sufrir te complace el recreo
me des fuerzas para complacerte cumplido.

Depresión: tu nombre da asco
arcadas de miedo al profundo vacío
eres amante vampira, por mi repudiada
eres letrina que hiede y amarga… mi sino.

No puedo lo que quiero

No puedo lo que quiero
la vida no me deja:
me empuja al vacío
a la oscura tortura
de saberte imposible.

Me rebelo, iracundo
más nada consigo
sino el dolor hondo
de la pena infinita,
del esfuerzo impotente,
de la cárcel del tiempo
que no da nuestra hora.

Lo quiero y no puedo,
estar en la gloria, contigo
no pido más al destino
y el alma doy como pago
si con ello me veo a tu lado
dando por bueno, lo sufrido.

Dame tu risa, Amante

Tu risa es sol
luz de bien, calor,
bálsamo constante
que me revive;
es caricia suave
que acuna mi alma,
placer infinito
por saberte sin pena.

Tu risa es cielo
sin nubes de hiel,
las manos que mecen
mis sueños de ti;
es color de tu piel
sobre la mía,
las bocas en una,
los cuerpos, también.

Tu risa es canción
gemida de orgasmos,
soga de seda
que anuda el futuro,
cárcel que quiero,
dulce condena.

Tu risa eres tú
cuando yo estoy contigo,
es miel de pecado
que perdura en mi boca,
de tus besos
cuando lamo tus pechos,
de tus ingles bailando
sedentes en mí,
de mi sexo sedientas.

Tu risa
es silencio entre gritos,
grito que alegra el silencio,
llama de tu voz
que a voces me llama
para incendiar mi deseo;
tu risa es sentirme canalla
y gustarme.

Dame tu risa, amante,
envuelta en tus labios
e impregna mi boca
de todo tu aroma…

Eres flor… de la vida

La vida te acosa
y entre zarandeos
te sientes ajada,
marchita de males:
sola en silencios
penas y lloros
acusas los golpes
bajando la guardia.

Eres niña en mis ojos,
eres flor de la vida
en la mía postrera;
de pasión fruta deseada,
de admiración digna,
debida de amor confesado
y también del prohibido.

Mi voz es ya débil,
apenas un eco.
Mi yo es un pozo insondable
de dudas y miedos,
pero te daré mi última fuerza
para que sostengas tus sueños,
para que rías de nuevo
y sientas la vida en tu gozo,
en ese cielo esmeralda
de tu mirada de jade.

Tómala toda, cariño:
es mi regalo para ti
que antes fuiste tú el mío
y la fuerza que ha conducido,
con mano segura,
mi incierto destino de hombre perdido.

La mano ejecutora

De tu mano no tengo noticias

y en tu mano está mi futuro...

Cuéntame otra vez ese cuento,

el que tanto me gustaba,

que tu voz me hipnotice

para no sentir dolor 

mientras estrangulas mi ilusión.

La mano me acariciaba

y el puñal de la desidia

en mi corazón ingenuo

su agudeza me clavaba.

De tu mano, ejecutora,

solo se de tu callada.

No pensar

Amante, 

ya no me llamas amante,

no me dices lo que quieres.

Si me quieres lo que dices

¿por qué no me llega tu deseo?

¿Por qué solo siento

tu silencio desafecto?

Siento ser tan sincero

que no pensar no puedo

aunque lo que piense me lacere:

este dolor lo merezco

por no saber ya encenderte,

por jugar con fuego

a juegos que a veces queman.

No pensar,

no sentir,

¿no mentir?

Amante, ya no me buscas

tienes a más...

y no me echas de menos.

Haku de agosto... solitario.

Silencio de ti.

El sol me grita en la piel;

tú sigues muda.

RIPio

En el principio, implícito, está su final
cosa, aun sabida, que es trago letal.

¿Voy o vengo?

Son tus ojos verdes

estrella del norte de mi viaje:

si los sueño, voy;

si los abres, vengo.

Con Blas en la memoria

He aquí a un hombre solo y su palabra,
émulo inconsciente y vástago de Otero
ser social, de la paz valedor como el primero
con la libertad al frente como el de El Abra.

De todo lo que ocurre no solo no callo
sino en el día a día lucho por cambiarlo
que cada problema solo cesa al afrontarlo
como árbol que cede si tajamos por su tallo.

Me levanto harto airado contra la mentira
contra la hipócrita tiranía de lo gremial y colectivo
contra la nimia y parca mira de primar lo adquisitivo
del vano interés propio, ensimismado como espira.

Mirémonos y veamos nuestro sino en el espejo
de todos los ajenos con su derecho conculcado:
que su miseria de hoy se refleja en el yo aborregado
de quien ayer les miraba con desidia… y catalejo.

Mi suerte… tú.

Mi suerte tiene tu nombre
tiene el color de tu mirada,
el talle de tu cintura como mimbre
cuando en la mía estás encaramada.

Mi suerte huele a ti, amante,
al perfume de tu sexo desflorado,
al sonido de tu deseo apremiante
cuando sabes de mi falo enarbolado.

Mi suerte son tus besos encendidos
por tu boca sembrados en mi pecho,
simiente de mis sueños desmedidos
fantasía vivida en mi ser insatisfecho.

Mi suerte no es solo la fortuna
pues con dinero no se paga tu presencia,
tus caricias, de mi ansia la vacuna
y tu voz, de mi ímpetu… la efervescencia.

Me ha salido de pena el haiku.

La vida ríe.
Su sonoro carcajeo
hace que llore.

Soy una roca

No saber duele,
jode, mata, hiede…

Soy una roca,
me repito,
un ente que no sufre,
un muñeco sin alma
que me la arrancó mi sino.

No saber de ti
y querer saberlo todo
¿hay castigo más cruel
que esta espera cotidiana?

Soy una piedra,
un avatar de tu destino,
un sinsabor, un contratiempo,
un hombre que te llora,
¿tu castigo?

No saber hiere,
daña, tulle, apena…

…pero no importa:
soy una roca,
me repito,
un lance sin dueña,
un recuerdo que te sueña
y lo aguanto todo.

(T)oda a mis amigos (que tanto dicen quererme)

Vuestros actos desembozan las palabras,

descubren las más bellas y exóticas quimeras

las promesas pronunciadas, zalameras,

las floridas excusas con ramos de sonrisas entregadas.

Lo que decís no es siempre verdadero,

un "no tengo tiempo", a ver si cuela, agradecido,

o el "ahora mismo iba a hacerlo" socorrido

siempre puede sacaros del molesto atolladero.

Un día tiene miles de minutos y más una semana;

es difícil creer que a quien decís que os importa

no haya para él un solo momento, una frase corta,

un miserable instante y fugaz de su vida cotidiana.

Todos conocemos y tiramos de estos ardides

por ello nunca podréis engañar lo suficiente:

cada hecho jerarquiza sin tapujos a la gente

y os desnuda enteros al mostraros en tales lides.

¿Qué presencia invocáis cuando tenéis un problema?

¿A quién os falta el tiempo para contestar una misiva?

¿Con quién os urge compartir con pasión, sin mostrar flema?

En la respuesta está la verdad y el resto es… evasiva.

Se me olvidó decirte

Se me olvidó decirte
lo hermosa que de rojo estás vestida,
rojo de hembra encendida
por el rojo de mil hombres que te sueñan.

Se me olvidó decirte
lo mucho que por fin brillan tus ojos;
brillan por saberlos ya vencidos,
apagados los fantasmas del pasado.

Se me olvidó decirte
lo divina que luces tan radiante,
entre el mármol de la Historia y los canales,
testigos de la belleza que ahora exhibes.

Se me olvidó decirte
cuánto mi alma te quiere,
cuánto mi cuerpo te anhela,
que cada segundo es eterno,
que eterna es la espera
por sentir tus manos,
por lamerte toda,
por ceñirme a tu cintura
y comerte hasta llenarme
entera mi boca de tu esencia.

Se me olvidó decirte,
amante… ¿me perdonas?

Tampoco

Tampoco es hoy,

hoy tampoco;

tan poco soy,

soy… tan poco.

Otros brazos

Se que otros, distintos brazos
anudan tu cuerpo cada noche;
de ayeres vividos nacen lazos,
que es a veces cierre… otras broche.

Mas estos versos no traen reproche
aunque los celos den pinchazos,
que a ti, mujer, deseo con derroche
hasta crujir la cordura en mil pedazos.

Cuento

Érase una vez,
bendito comienzo
para pintar de gozo un lienzo
menos si fueres perdiz,
pues quien de líos aprendiz
ha de obrar sin altivez
o, al fin, su torpe bisoñez
le mude de osado… a infeliz.

He soñado

He soñado
que mis manos resbalaban en tu cuerpo
avanzando al compás de tu deseo
recorriendo tu vestido,
procurándote desnuda
entregada a mi tacto sinuoso
esperando que la pericia de mi lengua,
augurio y húmeda sierpe placentera,
acaricie la sagrada perla de tus ingles.

He soñado
que tú me deseabas con locura,
bailando iluminada por las velas
orientales danzas de lascivia,
cómplice de la lámpara de luz rojiza
metafórico color de mi pasión incontenible.

He soñado
que juntos a soñábamos este sueño,
de un hombre lejano que te anhela
esclavo del fuego de tu boca
de tu forma de excitarme con tus juegos,
de cómo me llevas hasta el cielo,
de cuando te oigo gritar mientras te vienes.

He soñado
y se que todo ha sido cierto:
en mi cuerpo,
huellas imborrables de tus manos
y en mi alma, amante,
hay señales infinitas de tus ojos.

Muero por oírte

Muero por oírte,
por tus cosas muero
por cada instante
que no paso contigo
y de tu boca quiero
escuchar cómo ha sido
lo que sientes,
lo que piensas,
lo que vives cada día
mientras por oírte muero…

Verde

En el agua, verde;
el color de tu mirar
en el mar, se pierde.         

Verde, tiñes mi futuro
si conmigo te pienso
en tu mañana verde.

Tu sonido, verde,
despierta mi celo
que tu cielo mece.

Verde de tu vida,
mi recuerdo verde
por desnuda verte.

Verdes tus besos
de mujer en flor;
verdes son tus labios
al comerme, amor.

No te canses

Paisaje desnudo de ti:
lenguas de roca blanca
refulgen contra el sol,
penetrantes,
desafiando al mar
mientras este lame su dureza.

Y tú en mí,
en cada pensamiento,
en el cálido abrazo de la noche
al paseo de mi ser por su penumbra,
guarecido
para que nadie me robe tu recuerdo.

No temo a tu ausencia:
he aprendido a viajar con tu cariño,
hombre y nauta,
navegamante de tus sueños clandestinos,
piloto en tu erografía apasionada.

No hay viaje más hermoso
que el que ansioso recorro
para perderme con tus besos,
parada última de los días
que jalonan el otoño de mi vida.

Te quiero, sí,
pero no te canses de saberlo.

Te prometo… azul

Te prometo azul,
reflejo marino del cielo,
índigo de brisa
iluminado por mi sol.

Te prometo azul,
cromático matiz de mi mirada,
bóbeva del éter infinito
refugio de tus lágrimas salinas.

Te prometo azul
con tu verde si quisieras,
pintados a pincel por el deseo
que modela nuestros sueños.

Te prometo azul,
del color mismo de mis ojos,
de celeste y gris maduro
cuando los enciendes con tus besos.

Te prometo azul
y azul seré yo siempre,
pera rimar con la vida de tu cuerpo
para nacer en la noche entre tus sueños.

Insomne

Borracho,
ahíto de ginebra y de cerveza,
ciego de alcohol
esperando a la mañana,
aguardando el sinsabor
entre recuerdos vomitados.

Ebrio de asco
de un futuro insoslayable
repugnado y disconforme,
hermético, jodido,
incrustado en mi genoma
compañero de por vida.

Son las tres y hasta el alba
todo queda, por delante:
el castigo prometido
por borracho…
y por farsante.